sin cruzar una palabra,
frente a frente
perdiendo mis pupilas
en lo opaco del espejo
en lo profundo de mi difusa imagen
y logrando sólo el silencio
que no consigo aceptar.
Hace unas horas ya
por capricho
me he puesto el traje de noche
y con el odio inundando mi mente
he roto el espejo
segado totalmente sin control.
Hace unas horas ya
que el silencio es total
sintiéndome culpable
cómo asesino que oculta el crimen
guardo ese secreto en un cajón,
cada trozo grande y pequeño
en un cajón que no abriré,
perdiéndolo en mi silencio frió.
RUBéN