de tanto que agarrar,
los pensamientos, las ideas
son muy rápidas y quizá
yo pido demasiado.
Las velitas ya están encendidas,
pienso en ti, con el barullo de la gente
a mi rededor y aquellos otros momentos dejan suspendido
mi suspiro.
Soy quien decide cerrando los ojos
para pedir un deseo y después compartir,
no hay nada más que un suspiro suspendido
y el pensamiento puesto en ti.
RUBéN

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