Algo de lo que si podía tener siempre y cuando me portara bien, era un carrito a escala. Tomica era una marca Japonesa y dominaba perfectamente cualquier detalle de un automóvil real. Me hacía tener al alcance desde un Roll Roice, un Lamborghini Diablo, un Toyota Land Cruiser o hasta un Mercedes Benz Gaviota, realmente exelentes replicas como para ser juguetes. Con esos carritos llegue a jugar la famosa "metita" que era pintada sobre las banquetas con un gis y nos llenaba de horas de entretenimiento. Hoy aún tengo algunos y verdaderamente como lo mencioné son una obra de arte.
RUBéN
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