domingo, 3 de abril de 2011

Desde que no te veía y no platicavamos.

Llego pateando la puerta y entro hasta la cocina,

hacia un rato que no platicaba con María Juana

y en tanto cruce palabras del gusto que me dio volverle a ver

salimos a pasear a la cima de la montaña,

para alcanzar unas nubes y unas vacas que volaban sobre mi cabeza.

*

Después de ese paseo tan grato nos sentamos para pedir la gran cena,

pues el largo paseo nos dio mucha hambre,

nos despedimos como siempre, con ese gusto de volver a vernos de vez en vez

y platicar hasta no parar quedar con la boca seca,

lista para tomar un buen trago de felicidad,

reir y reir como es costumbre entre María Juana y yo

se fue así como llego, a su manera, pateando la puerta y sin decir adios sino hasta luego.

*


*

Martes 11 de Noviembre de 2008 4:17pm

RUBéN

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