Después de casi veinte años de servicio, hoy se va mi refrigerador. Un PHILLIPS de nueve pies, empezó a fallar, pero el diagnostico de tres técnicos en reparación de refris me hizo pensar en reemplazarle por uno nuevo. Realmente el precio de la supuesta "compostura" demasiada elevada, para que si a completaba y seria así uno nuevo sin duda. La decisión me llevo unos cuantos días, realmente ese viejo refrigerador nunca había dado molestia alguna. Si acaso el de limpiar la escarcha que si se dejaba podría acumularse. El adiós llego cuando en su lugar ahora luce con blancura radiante un MABE de nueve pies igual, pero que no hace escarcha. Un adiós muy corto para tanto tiempo prestó su servicio resguardándonos los sagrados alimentos, un adiós a un grande que si bien ahora estará siendo desmembrado para utilizar sus partes. Quiero pensar en eso, pues se vendió a quien compra fierro viejo, chatarra y todo tipo de metal para reciclar. Adiós refri querido y gracias por tantos años de servicio, hoy recuerdo el día en que llegaste y también el día en que te fuiste.
RUBéN
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