Ya fuera el avión, un carrito, un submarino y el barquito para armar, que vinieran dentro en el paquete de los "Twinky Wonder" hasta una figura de las caricaturas de televisión podría ser la sorpresa. Eso hacia que comiéramos dos o tres paquetes de estos productos por día. Todo con tal de encontrar el juguete sorpresa. Muchas veces se terminaba por olvidar que también debíamos comer el pastelillo aquel, pues sólo se convertía en un afán de tener uno más del juguetito de moda.
RUBéN
No hay comentarios:
Publicar un comentario