Esas tardes de domingo en las que mi Papá nos llevaba a la casa de mi Abuelita. Era tan tradicional estar escuchando los discos de vinilo de la Sonora Santanera, Celia Cruz, Mike Laure y de Bienvenido Granda, en esa consola. Mientras mis tíos carcajeaban de cualquier cosa y el ambiente era alegre. La sobremesa hacía que nadie se levantara a cambiar el disco. Todos los primos jugábamos en el gran patio de la abuela y nadie ponía objeción por la música. Y así hasta que llegaba la hora de irnos. Hoy en día, de repente, me llega la nostalgia de esas tardes con la música que escuchaba en la casa de mi Abuela.
RUBéN
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