La escena es una una y otra vez más la misma,
estoy contra reloj en este inmenso pastizal, donde en
mi interior hay un grito de guerra, con el que seguro lucharé,
con uñas, dientes, fuerza e inteligencia.
*
Me he detenido de golpe, por fin hay algo que me detiene
en la loca carrera, una cascabel semierguida, en vísperas
de ataque, con su mirada directa a mí, serena con el reflejo
de la muerte en sus ojos, una mirada que se sentía clavada en mí,
sin ningún titubeo de algo que la distrajera.
*
Tengo enfrente ya un enemigo, por si existiera la duda
se trata de un duelo, frente a frente los dos
donde el grito de guerra retumba en mis sienes,
un paso atrás seria cobardía, mi cara arde por la sorpresa
en presencia de quien menos yo esperaba. Mi atención es absoluta,
parece haberse perdido en el silencio aquella guadaña
segando a diestra y siniestra viniendo vorazmente internada igual que yo.
No puedo subestimar a mi enemigo de tal tamaño menor a mí,
letal y poderoso como un asesino, sin misericordia en conceder muerte hacia mí.*
*
*RUBéN