
en una misma dirección.
Porque mis pensamientos son estrellas fugaces
en mi cielo de María.
A grandes pasos voy y vengo sin moverme,
cómo cuando te quemo entre mis dedos
pero esta vez no eres tú María Juana,
quien me anestesia los labios.
Hoy hay un escenario en mi interior
y ella danza sin parar
a cada latido de mi corazón.
Esta vez es María Funesta que pinta mi cielo
María me tira y azota cuando leo lo que escribe
María me toma de la mano y atravieza la obscuridad.
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