jueves, 12 de abril de 2012

Insulso.

No hay colores, no hay un segundo final,
ni un segundo inicio de mi saturada mente.

No hay cowboys , no hay eternos silencios
cubriendo la playa después de ser azotada.

No hay nada sobre la mesa que te pueda servir
y absolutamente no hay nada que te haga regresar.

No hay aromas, no hay la sonrisa de alegría,
ni trenes sobre la alfombra haciendo algarabía.

No hay coros que glorifiquen la victoria,
no hay victoria tal que glorificar.

No hay nada, nada de lo que diga o haga
puede importar, así me lo dijera Luz Casal.

No hay nada, no hay milagros
en las noches que me reprocho como te perdí.


RUBéN